miércoles, 8 de julio de 2009

¿Quién sabe?

Sabíamos no decirnos nada. Conservando en apariencia, una amistad consolidada. Sabíamos no exigirnos mucho. Vos con tu mochila a cuestas, yo con la excusa perfecta, para charlar de pavadas. Nos hizo un guiño san telmo, un poco de humo en el medio y enloquecieron las miradas .Quiso el destino que esa noche hiciera frío y que el ruido de los coches me hiciera hablarte al oído .Y si el diablo que se contenta con que dudes un instante. Vos y yo, nuestras miserias y esta noche por delante amor. ¿Quién sabe? Un umbral perdido y aquel bar medio vacío, como único testigo. Bridamos por el olvido y el espíritu del vino se fue haciendo nuestro amigo. Con el corazón en llanta nada mejor que tu lengua, abrigando mi garganta. Y conga, conga, conga. Y que siga la milonga, que el mozo traiga otra ronda y que pague Dios.

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